Por Eco. José Linares Gallo
“A partir del próximo año se pondrán en funcionamiento 14 colegios de alto rendimiento que ofrecerán el diploma de bachillerato internacional”, dijo el Presidente Ollanta Humala ante las miradas de algunos congresistas que, perplejos, no sabían de lo que se trataba. Los que sí, en cambio, parecían lucir escépticos.
Y es que aclaremos, en primer lugar, a que se estaba refiriendo el Presidente Humala al decir “bachillerato internacional”. El Bachillerato Internacional, como algunos de nuestros lectores ya deben estar enterados, es un programa educativo pre-universitario dirigido a estudiantes entre 16 y 19 años de edad que es manejado, autorizado y acreditado por la denominada Organización del Bachillerato Internacional (OBI).
Fue fundado en 1975, tras un exitoso piloto de 6 años en el cual educadores de varias partes del mundo lograron el primer paso para la globalización del conocimiento, creando un programa de amplia aceptación que ha ido creciendo de forma exponencial. En el Perú, por ejemplo, ya son 32 los colegios asociados a esta red, incluyendo entre ellos uno público: el Colegio Mayor. Desde esa fecha, hasta hoy, el Programa OBI ha ido evolucionando y creando programas con escalones escolares previos y posteriores. Todo esto, al parecer, con el propósito de facilitar la extraordinaria migración de personas alrededor del mundo. Un ejemplo de ello son las personas relacionadas con los sistemas del servicio diplomático.
Así, fueron creados tras el original Programa de Diplomado (DP), el Programa para Primaria (PYP), el Programa para Secundaria (MYP) y ahora último el IBCC. En el Perú solo cinco colegios ofrecen los primeros tres diplomas y solo uno el IBCC. En segundo orden de preferencias nacionales está el Programa para Primaria PYP que tiene a 9 colegios peruanos asociados, en tanto que para el Programa para Secundaria solo se encuentran enlazados 6 de los 32 colegios peruanos OBI.
En el caso de colegios públicos, es lógico que el anuncio del Presidente Humala se esté refiriendo estrictamente al original Programa de Diplomado (DP) y como quiera que ya el Colegio Mayor se encuentra asociado a OBI es de esperar que estas escuelas de alto rendimiento escolar estén localizadas en diversas partes del Perú. Queda claro que en esta decisión presidencial, es evidente el ánimo de descentralizar la identificación y aliento a nuestros talentos juveniles. De esta forma, con la decisión presidencial, se da contenido y se alienta la inclusión como Política de Estado transversal a todos los sectores.
También se trata de un mensaje de altísimo valor político que, sin duda alguna, será apreciado por “tirios y troyanos”, ya que implícitamente se reconocen aciertos a “medidas de políticas” de administraciones gubernamentales previas, permitiendo así que éstas se conviertan en verdaderas “Políticas Públicas” de naturaleza irreversible.
Humala obra como un estadista que mira el horizonte, alejándose por el contrario de cualquier complejo adánico, convirtiendo así un simple programa educativo en una Política de Estado que irremediablemente deberá ser continuada por quien lo suceda en el cargo. El reto sin embargo, no es nada fácil de manera que nos estamos preguntando si acaso el actual Ministro de Educación, versado asesor internacional, no estará pensando en replicar el éxito de los Colegios Científicos fundados en Costa Rica, donde sabiamente se generaron externalidades positivas a cada uno de estos colegios al asociarlos a reputadas universidades.
El bachillerato internacional viene generando un rico entretejido de asociaciones locales. La Asociación de Colegios IB Perú es un ejemplo de ello. Ojala que el Bachillerato Internacional sea igualmente un importante punto de encuentro de nuestra clase política y un punto de partida para la continuidad de los asuntos públicos.