José Linares

El turismo juega un papel crucial en la economía de muchos países, incluso aquellos altamente industrializados como Francia, España e Italia. Estos países obtienen ingresos significativos y generan empleo a través del turismo.

Francia lidera en la recepción de turistas extranjeros, con cerca de 90 millones de visitantes al año. Este sector contribuye aproximadamente con el 7.4% del Producto Bruto Interno (PBI) y el 7.5% del empleo del país. España recibe casi 83 millones de turistas al año, lo que representa el 12% de su PBI y el 14% de su empleo. Italia, con unos 62 millones de turistas anuales, obtiene un 6% de su PBI y cerca del 9% del empleo de esta actividad.

En América, Estados Unidos atrae a 79 millones de turistas anualmente, aportando un 3% al PBI y un 4.5% al empleo. En Latinoamérica, México recibe más de 41 millones de visitantes al año, lo que representa un 8.7% de su PBI y más del 6% del empleo.

En Perú, en 2019, llegaron 4.5 millones de turistas, aportando el 4.5% del PBI. Los ingresos del turismo externo alcanzaron los US$ 4,700 millones, contribuyendo significativamente a la estabilidad económica del país. El turismo interno generó US$ 3,600 millones en ese mismo año. En términos de empleo, el turismo en Perú creó 1.4 millones de puestos de trabajo, representando el 8% de la población económicamente activa.

Sin embargo, la pandemia de COVID-19 golpeó duramente al sector turístico peruano. Las restricciones de viaje y el cierre de fronteras causaron una caída del 13% en el PBI. Aunque la economía peruana se ha recuperado a los niveles de 2019 en muchos sectores, el turismo sigue afectado, con una reducción de más del 40% en ingresos y empleo en comparación con los niveles pre-pandémicos.

La situación se complica aún más por la inestabilidad política que ha caracterizado a Perú en los últimos años. Desde 2016, el país ha tenido seis presidentes, lo que ha generado incertidumbre. Además, las protestas violentas a finales de 2022 afectaron la imagen del país como destino turístico, y la creciente inseguridad ha llevado a que varios países recomienden a sus ciudadanos no viajar a Perú. Combatir la delincuencia y mejorar la seguridad es esencial para cambiar esta percepción.

En respuesta, en febrero de este año, el gobierno peruano aprobó el Plan Anual de Promoción y Desarrollo Turístico Nacional para 2024, con un presupuesto de 29.3 millones de soles para infraestructura y servicios en zonas rurales, y 130.8 millones de soles para la promoción del turismo a través de PROMPERÚ. Aunque estos fondos son limitados, el nuevo aeropuerto Jorge Chávez, que pronto estará operativo y podrá recibir a 30 millones de pasajeros al año, ofrece una oportunidad para revitalizar el sector.

El Plan Estratégico Nacional de Turismo 2016-2025 (PENTUR) tenía como objetivo alcanzar los 8 millones de turistas internacionales, generar US$ 9 mil millones en ingresos por turismo receptivo, lograr más de 60 millones de viajes por turismo interno, y crear 2 millones de empleos en turismo. Desafortunadamente, estos objetivos se vieron interrumpidos por la pandemia.

Es crucial fortalecer la promoción de los destinos turísticos en todo el país y diversificar la oferta turística, destacando la riqueza cultural, la aventura y la gastronomía peruana, reconocida como una de las mejores del mundo.

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