Criterios para el diseño de cursos virtuales
En el mundo y en el Perú existe un fuerte incremento en los programas de aprendizaje a distancia vía Internet. El Aprendizaje Virtual, sin embargo no es bienvenido de manera similar por todos. Conocer los principales factores individuales y culturales que estimulan o retraen la participación de las personas en los cursos virtuales es —por lo tanto, estratégico para el éxito de estos programas.
La razón básica que explica el creciente incremento del E-Learning o Aprendizaje Virtual en el mundo es el hecho que permite superar las barreras temporales o espaciales. El usuario se vale así de la naturaleza asincrónica de la capacitación para disponer —a su conveniencia, del tiempo libre del que dispone. Pero ¿qué es lo que determina que algunas personas sean más proclives que otras a matricularse y culminar con éxito estos cursos?
La aceptación individual del uso de nuevas tecnologías digitales ha sido estudiada extensivamente en las dos últimas décadas. De hecho existe ya —en los países del primer mundo, tres principales modelos predictores de la aceptación o no de ambientes de aprendizaje virtual por parte de los individuos y las comunidades.
El TAM (Technology Acceptance Model)[1] fue el primero en aparecer y muchos de sus criterios se mantienen en el TAM II y en el UTAUT (Unified Theory of Acceptance and Usage of Tecnology). Estos modelos predictivos parten de la evidencia aportada por estudios previos que han concluido que la cultura influye decididamente en el grado de aceptación, mientras que a nivel individual son dos los factores principales: a) personalidad innovadora o falta de ella y b) ansiedad computacional.
Los estudios que relacionan el aspecto sociológico o cultural con el grado de aceptación del e-Learning —sin embargo, siguen requiriendo de mayores estudios confirmatorios, mientras que aquellos centrados en el aspecto individual o psicológico (personalidad y ansiedad) parecieran concluyentes. Siendo así es pertinente que todo modelador de cursos virtuales conozca en que consiste la “ansiedad computacional” y sepa —igualmente cuales son aquellos factores que determinan que un individuo tenga una personalidad más o menos pro activa respecto a la tecnología.
Compeau & Higgins, (1995)[2] —por ejemplo han definido la “ansiedad computacional” como la ocurrencia de una reacción emocional de inseguridad o temor expresada por el individuo cuando se encuentra en el inicio o en el proceso mismo de usar un medio tecnológico. Tal como en el caso de quien sube a un avión, la ansiedad podría ser desde muy moderada hasta tan acentuada que se podría convertir en invalidante —tanto para viajar en avión, como para ser parte de un proceso de capacitación.
El nivel de “ansiedad computacional” —ya lo hemos dicho, no es el único factor que incide en la mayor o menor predisposición para matricularse en cursos virtuales. También lo es el hecho que aún entre individuos con cero “ansiedad computacional” hay grandes diferencias. Y una de ellas —pero no la única es el aspecto generacional.
Marc Prensky (2001)[3] —por ejemplo, ha sugerido así que tras la revolución digital el mundo habría sido dividido en “nativos digitales” y en “inmigrantes digitales”. Mientras que los “nativos digitales” nacieron con el advenimiento de la revolución digital (o después de ella), los inmigrantes digitales serían todas aquellas personas que hoy superan los 20 años de edad. Convergiendo con todas estas reflexiones, algunos años antes, Negroponte (1995)[4] había sugerido ya que la verdadera división cultural de la humanidad en los próximos años no sería ya entre pobladores de países desarrollados y no desarrollados, o entre ricos y pobres sino, que la división iba a presentarse, antes bien, por el lado generacional.
En consecuencia sería de esperar que mientras más joven sea nuestro auditorio, más probabilidades de que un curso virtual tenga éxito. Pero las conclusiones de todos estos autores deben ser adecuadamente matizadas. En principio porque no basta haber nacido después de la revolución digital para ser considerado “nativo digital”. Máxime en países que como en el Perú mantienen una enorme brecha interna de conectividad entre sectores poblacionales. Segundo, por el hecho que en el Perú aún sectores que muestran un serio rezago tecnológico como el caso de los docentes públicos, pueden ser fácilmente “ganados” al dominio digital, si se toman las previsiones del caso. Así lo indicaría una experiencia exitosa del von Braun. Pero esa es una historia que compartiré más adelante con ustedes.
[1] Davis, F. D., Bagozzi, R. P., & Warshaw, P. R. (1989). User acceptance of computer technology: a comparison of two theoretical models. Management Science, 35, 982–1002.
[2] Compeau, D. R., & Higgins, C. A. (1995). Application of social cognitive theory to training for computer skills. Information Systems Research, 6, 118–143.
[3] Marc Prensky (2001. Digital Natives, Digital Immigrants
[4] El mundo digital.