José Linares

Recientemente la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), ha publicado el informe preliminar de sus Perspectivas Económicas 2021, mostrando el avance de la recuperación mundial, que ha perdido impulso y se está volviendo cada vez más desequilibrada; afectando más a los países de ingresos bajos donde las tasas de vacunación son precarias, o la economía no se ha recuperado por completo (caso del Perú).

La OCDE señala que el PBI mundial se recuperará del -3.4% de 2020 (en el Perú -10%), y crecerá al 5.6% en 2021 (en el Perú 13%), y llegará al 4.5% en 2022 (en el Perú 4%) y al 3.25% en 2023 (en el Perú, 4.5%), considerando que la demanda se normalizará, la capacidad de producción se expandirá y más personas regresarán a ocupar puestos de trabajo, los cuales, hasta ahora, en cantidad, no guardan relación con el incremento macroeconómico, particularmente en el Perú, donde pese al significativo crecimiento de este año, la pobreza y la pobreza extrema han aumentado en 10%.

En el 2021, el fuerte repunte después de la reapertura de las economías ha ido disminuyendo en muchos países en medio de obstáculos para los productores: el aumento de los costos de los insumos y los efectos continuos de la pandemia. Además, han surgido fuertes presiones inflacionarias, como el aumento de los costos de la energía y de los alimentos, con impactos más fuertes en los hogares de bajos ingresos (en el Perú se requiere sustituir los granos importados por cereales andinos, entre otros).

El comercio de bienes se recuperó rápidamente y volvió al nivel anterior a la pandemia a fines de 2020 (las exportaciones peruanas crecieron más del 40% hasta el III Trimestre 2021), pero el comercio de servicios se está recuperando lentamente y permanece por debajo del nivel anterior a la pandemia.

La mejora de la vacunación mundial permitirá la eliminación total de las restricciones a las actividades entre los países para fines de 2022. En el Perú, se terminará 2021 con cerca del 80% de la población objetivo, vacunada; apoyada con una agresiva campaña para la tercera dosis, cercos epidemiológicos y carné de vacunación. Esto puede permitir generar una campaña de país turístico seguro, que beneficiaría al casi millón y medio de personas formales e informales que dependen de esta actividad; para lograrlo, se requiere de una campaña nacional e internacional como país seguro con gran patrimonio cultural y gastronómico.

La inflación de los precios al consumidor alcanzaría su punto máximo a fines de 2021 y luego se mantendrían. En las economías de la OCDE, en su conjunto, la inflación anual de los precios al consumidor bajaría al 3.5% para fines de 2022, desde el 5% al que llegará a fines de este año, y para el 2023, disminuiría al 3%.

En la OCDE, se prevé que las tasas de empleo aumenten gradualmente hasta 2023, aunque en diferente medida entre los países, y que el desempleo en toda la OCDE caerá al 5%; por debajo de la tasa pre-pandémica. El Perú, con una reactivación más pronunciada en las actividades vinculadas a las exportaciones, será uno de los países a los que más le cueste llegar a este 5% previsto, salvo que el sector turismo y minero se reactiven plenamente.

Sin embargo, existen riesgos importantes en torno a estas proyecciones: la aparición de nuevas variantes de covid-19, la eficacia de las vacunas existentes, la profundización en China de los problemas en el sector inmobiliario, y el encarecimiento del suministro de energía.

La OCDE recomienda mantener el crecimiento de la productividad a mediano plazo, asegurándolo con planes de mantenimiento del empleo, y mejora de las oportunidades en el mercado de trabajo (capacitación, nuevas competencias, reubicación); asimismo, sostener el apoyo a los más necesitados. También desarrollar Inversión pública adicional en infraestructura de salud, digital, baja de carbono y cambios en la composición de los impuestos (impuesto a la riqueza; coincidencia entre el FMI y el Papa), así como también la mejora de la conectividad de banda ancha y redes de electricidad con alta eficiencia energética.

Por ECO. José Linares Gallo

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