Eco. José Linares Gallo
En el anterior artículo sobre educación a distancia en tiempos de COVID 19, hice notar que nuestro jóvenes y niños desde hace algo más de 30 años son nativos digitales. Como tales, tienen mayores habilidades tecno digitales que las generaciones anteriores. Me he referido, además, de las prácticas pedagógicas a distancia, que vienen haciendo nuestros docentes, quienes han encontrado su mejor aliado para comunicarse con los padres de familia mediante el WhatsApp u otras herramientas, debido a que se necesita solo un Smartphone con una mínima recarga para obtener esta aplicación de manera ilimitada. Este equipo tecnológico sigue siendo uno de los más accesibles en todas las familias peruanas. A estas alturas, muchos docentes ya cuentan con distintos grupos de padres generados a partir de los comités de aula del año anterior y son, a través de estos grupos, que brindan recursos educativos e indicaciones a sus estudiantes, descubriendo que pueden enviar archivos y recepcionarlos en tiempo real. Esta aplicación sigue siendo una de las más usadas en el sector educativo a nivel nacional. Hay que consider, además, que es una aplicación de uso masivo que no ha requerido capacitaciones previas ya que su uso ha sido mas bien cotidiano. Si bien es cierto, se han aprovechado las bondades comunicativas del Smartphone, ahora hay que buscar al aliado natural que es el facilitador tecno digital que permita aprovechar el potencial de los distintos medios tecnológicos disponibles en casa (el smartphone, tablet o laptop) en beneficio de la educación.
Hace algunos años, cuando dirigía el instituto de tecnología Wernher Von Braun y tenía jóvenes de Beca 18 de Ayacucho Huancavelica y Cuzco, logré terminar de generar después de más de veinte años, vocablos tecnológicos en quechua que me permitieron, en colaboración con mi amigo Mitchel Resnick del MIT, la traducción al quechua el software educativo, Scratch, sin duda el más importante generado por la prestigiosa universidad de Boston. En aquel momento, les llamé a estos aplicados estudiantes ‘facilitadores tecnológicos andinos’, pues fueron el puente para acercar a sus comunidades a la tecnología digital . Ahora, cuando nos sorprende esta pandemia el ministerio de educación ha reaccionado rápidamente introduciendo la estrategia de Aprendo en Casa, una propuesta que utiliza distintos medios (internet, televisión y radio) involucrando la participación de padres de familia educación de los menores. El uso de esta modalidad a distancia, ha creado nuevos desafíos; les toca hoy a los padres o hijos de cualquier edad nativos digitales asumir el rol de facilitador tecnológico con ello no solo aprenderán los niños sino también la familia en general. El docente peruano se ha visto empujado al uso de la tecnología digital, seleccionando diversas aplicaciones y utilizándolas en tiempo récord, lo que hubiera sido imposible de avizorar antes de este virus, hoy somos testigos de cómo la mayoría de trabajadores vienen laborando a través del Teletrabajo, haciendo uso de los recursos digitales que dispone y valorando sus habilidades tecno digitales que han tenido que poner en práctica.